martes, 27 de noviembre de 2018

EFECTOS POSITIVOS DE TOCAR UN INSTRUMENTO




Los beneficios de tocar un instrumento

La Música tiene efectos sobre nuestro cerebro que perdurarán toda la vida.


La clase de Música es probablemente, la más maltratada en los colegios españoles; es la que menos en serio se toma, tanto por parte de los estudiantes como de las directivas. Y es una lástima, porque supone una gran oportunidad perdida y algo de lo que muchos nos arrepentiremos en el futuro, más aún sabiendo que aprender a tocar un instrumento tiene beneficios para el cerebro a corto y largo plazo.

Los músicos son más sensibles al ritmo y los sonidos, lo cual propicia el desarrollo de la atención y las habilidades cognitivas. Tocar un instrumento hace que las áreas de integración auditivas, motoras y sensoriomotoras del cerebro se tornen más flexibles y es por ello que hace tiempo que la neurociencia se ha interesado por estudiar el impacto que la Música puede tener sobre nuestro cerebro.


Cómo afecta la Música al cerebro

María Molina, neuróloga del Hospital Rey Juan Carlos de Madrid, nos cuenta cómo se benefician de las intervenciones musicales las personas que se encuentran en rehabilitación a causa de distintas enfermedades neurológicas, tanto de forma pasiva -simplemente escuchándola-, como activa -aprendiendo a tocar un instrumento-: los efectos positivos sobre el cerebro se producen debido a que para poder tocar un instrumento, es necesaria una compleja integración de información multimodal: motora, sensitiva, visual y auditiva.

“A la hora de interpretar una melodía, los músicos se ven obligados a reproducir movimientos de gran precisión (que implican un elevado control en la motricidad fina), adecuados a patrones visuales (partituras), táctiles y auditivos. Es precisamente la relación que se establece entre la función motora y el ‘feedback’ sensorial lo que permite el desarrollo y la potenciación de redes neuronales de integración multimodal”, explica.

En pacientes con trastornos neurológicos, tocar un instrumento puede ayudar a su rehabilitación porque fomenta la plasticidad neuronal: “Podría ser beneficioso en la readquisición de habilidades motoras perdidas o deterioradas, como es el caso de los pacientes con déficits motores secundarios a un ictus o en pacientes con enfermedad de Parkinson que presentan alteraciones en la marcha”.

 Como al tocar un instrumento se potencian distintos dominios cognitivos -la atención, el lenguaje, las funciones ejecutivas y la memoria- pueden verse especialmente beneficiados los pacientes con enfermedades neurodegenerativas como, por ejemplo, el Alzheimer.


Música para todos

La doctora Molina añade que los beneficios no son solo a nivel cognitivo o para quienes padecen enfermedades neurológicas, porque también existe un beneficio psicosocial en la práctica musical regular que puede deberse a una activación de los circuitos de recompensa, que a su vez conducen a la activación de áreas cerebrales implicadas en el placer.

No hay duda: la Música es recomendable para todos, niños, adultos o pacientes neurológicos. Sus beneficios duran toda la vida; está comprobado que los niños que reciben entrenamiento musical desarrollarán en el futuro mejor memoria verbal, precisión en la pronunciación de un segundo idioma, capacidad de lectura y funciones ejecutivas, además de un mejor rendimiento académico y un coeficiente intelectual más alto. Tocar un instrumento supone, además, una gran motivación que exige compromiso, con todo lo bueno que ello implica.