Los beneficios de tocar un instrumento
La Música tiene efectos sobre nuestro cerebro
que perdurarán toda la vida.
La
clase de Música es probablemente, la más maltratada en los colegios españoles;
es la que menos en serio se toma, tanto por parte de los estudiantes como de
las directivas. Y es una lástima, porque supone una gran oportunidad perdida y
algo de lo que muchos nos arrepentiremos en el futuro, más aún sabiendo que
aprender a tocar un instrumento tiene beneficios para el cerebro a corto y
largo plazo.
Los
músicos son más sensibles al ritmo y los sonidos, lo cual propicia el
desarrollo de la atención y las habilidades cognitivas. Tocar un instrumento
hace que las áreas de integración auditivas, motoras y sensoriomotoras del
cerebro se tornen más flexibles y es por ello que hace tiempo que la
neurociencia se ha interesado por estudiar el impacto que la Música puede tener
sobre nuestro cerebro.
Cómo afecta la Música al cerebro
María
Molina, neuróloga del Hospital Rey Juan Carlos de Madrid, nos cuenta cómo se
benefician de las intervenciones musicales las personas que se encuentran en
rehabilitación a causa de distintas enfermedades neurológicas, tanto de forma
pasiva -simplemente escuchándola-, como activa -aprendiendo a tocar un
instrumento-: los efectos positivos sobre el cerebro se producen debido a que
para poder tocar un instrumento, es necesaria una compleja integración de
información multimodal: motora, sensitiva, visual y auditiva.
“A
la hora de interpretar una melodía, los músicos se ven obligados a reproducir
movimientos de gran precisión (que implican un elevado control en la motricidad
fina), adecuados a patrones visuales (partituras), táctiles y auditivos. Es
precisamente la relación que se establece entre la función motora y el
‘feedback’ sensorial lo que permite el desarrollo y la potenciación de redes
neuronales de integración multimodal”, explica.
En
pacientes con trastornos neurológicos, tocar un instrumento puede ayudar a su
rehabilitación porque fomenta la plasticidad neuronal: “Podría ser beneficioso
en la readquisición de habilidades motoras perdidas o deterioradas, como es el
caso de los pacientes con déficits motores secundarios a un ictus o en
pacientes con enfermedad de Parkinson que presentan alteraciones en la marcha”.
Música para todos
La
doctora Molina añade que los beneficios no son solo a nivel cognitivo o para
quienes padecen enfermedades neurológicas, porque también existe un beneficio
psicosocial en la práctica musical regular que puede deberse a una activación
de los circuitos de recompensa, que a su vez conducen a la activación de áreas
cerebrales implicadas en el placer.
No hay duda: la Música es recomendable para todos, niños,
adultos o pacientes neurológicos. Sus beneficios duran toda la vida; está comprobado
que los niños que reciben entrenamiento musical desarrollarán en el futuro
mejor memoria verbal, precisión en la pronunciación de un segundo idioma,
capacidad de lectura y funciones ejecutivas, además de un mejor rendimiento
académico y un coeficiente intelectual más alto. Tocar un instrumento supone,
además, una gran motivación que exige compromiso, con todo lo bueno que ello
implica.
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